miércoles, 23 de junio de 2010

El pacto

Riega todas las tardes de domingo las melodías de los amores que florecen en el verano y pasean por el parque sus promesas estivales.


Así es como los amantes ven perdurar su plácida y frágil ensoñación del amor idílico mientras él alimenta su blues cansino con un par de monedas lanzadas al vuelo.


Un acuerdo tácito, el convenio perfecto.

1 comentario:

  1. Él solo con su música, el sol y la paciencia, todo el tiempo del mundo y algunos paseantes en minutos perdidos. ¿A qué más? El futuro se esconde al fondo de la imagen. Pues vale. C.

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