lunes, 30 de enero de 2012

Otro café


-Tráigame un café, por favor. Un café bien caliente. Con humo blanco, espeso de olor tostado. Quiero, quiero ese de la carta, el “café brulé”. Muy cargado, y muy caliente, como le he dicho. ¿Le ponen crema de cacao aquí? pues sí, quisiera un poco. Es que vengo de la peluquería, ¿sabe usted?, y me han hecho este corte horroroso...así me alegro un poco el día. Y ahora que lo pienso, ¿le puede poner un chorrito extra de Drambuie?. No, noo, no piense que...no suelo beber, pero me ha sorprendido este chaparrón cuando salía del salón de coiffure y me pica un poco aquí, en la garganta. Gracias, muchas gracias. Otra cosa, la corteza de limón, se la puede usted retirar antes de servírmelo si me hace el favor, es que me da dentera, no obstante qué amargor más delicado, ¿verdad?, ¿no cree?. Es que soy muy cafetera, ¿sabe?. Sí, en mi casa siempre hemos sido muy de café. Con leche o nata en el desayuno, café moka después de comer, un cortadito con lenguas de gato en la merienda y descafeinado con miel para el resopón, en los días  más crudos del  invierno. Un momento,  ¡Canela!, póngale bien de canela, que como decía mi hermano Ramón: “la canela y el limón, en el café, hacen bendición”. Ay mi Ramón, bendito él y su coca de piñones. Es que era panadero mi Ramón, ¿sabe?, que descanse en paz mi Ramón, como lo quería, mi Ramón. Sí, muy amable, gracias otra vez. Qué retahílas hijo, disculpe. ¡ Joven!, ¡joven!, ¿Sería mucho pedir que me lo sirva en copa flauta?. Es que en copa siempre va un poquito más,  aunque yo soy más de taza, y no le voy a engañar, vengo con un poco de hambre. ¿Un barquillo parisien me pondría usted, mozo?, y una cuchara de mango largo, para remover, que son muy elegantes y sino no llego al chocolate del final. Gracias, gracias otra vez, joven.

  -Carmela, Carmela, ha venido a verla su hija, ¿se acuerda?. Sí, Chelo, su hija, Chelito. Han venido sus nietos con ella. ¿Qué?, sí, sus nietos. Pepín y Martita. Levántese, vamos. Bueno, yo le traigo la rebeca. Vamos, que tienen muchas ganas de verla. ¿Cómo?. No Mela, Melita no, otro café no, que sabe que no le hace bien.

viernes, 27 de enero de 2012

Namida


  
  Cada lágrima que se le escapa por los carrillos refleja los neones de la ciudad de Kyoto y se posa en la moqueta como una pluma.

   Así es como Sayiko expulsa sus desperdicios.

   La moqueta, verde y rizada es su vertedero. Césped de migas de pan de gambas, reposo de la hebras de hilo de seda zhongguo zhou, sumidero y cloaca de las basuritas espirituales de todas las machiyas del distrito de Gion.

miércoles, 18 de enero de 2012

A síndrome do caracol


-E lo, ¿cres que tirando anaquiños de pan duro, atoparei o camiño de volta a casa?.

-Abofe que sí. O avó Xoan sempre o dicía.

-¿E se os levan os paxaros, ou os comen os esquíos, ou amolecen coa chuvia, ou se agachan tra-los madeiros das noceiras?.
-Entón busca outros lugares. Haiche centos de camiños, meu neno bonito, outros recunchos, meu ben.
   Mira para o caramuxo, sempre na procura doutras cunchas onde abandoarse  . Atoparás a túa, eiquí ou acolá, prométocho, confía en min. Cerca e lonxe das ondas do mar, preto do calor dunha lareira, ó carón dunha lámpada co resplandor do ámbar. Pero o que definitivamente fará del o teu fogar, serán as historias que leas nel e os cadros que poñas nas paredes, os almorzos polas mañás, as merendas no serán, os romances da nocturnidade, os choros e os sorrisos, o delicioso arume do teu devenir cotián.

sábado, 14 de enero de 2012

Baby, it´s cold outside

 

- Date prisa, o se te enfriará la sopa de tiburón.