martes, 16 de noviembre de 2010
El Unicornio bramador
lunes, 25 de octubre de 2010
What´s the time, Mr. Wolf?
miércoles, 20 de octubre de 2010
Tiempo, verdugo del tiempo
lunes, 18 de octubre de 2010
Escucha:
lunes, 4 de octubre de 2010
tdt
martes, 28 de septiembre de 2010
La feria
Dos octogenarias bebían limonada de un vaso de cartón. Un grupo de niños levantaba el polvo de la plaza y una pareja de novios compraba un algodón de azúcar. Yo era feliz con mi manzana empapada en caramelo y mis zapatos de charol.
Una bolsa de almendras garrapiñadas en su bolsillo: “Son para después”.
Al otro lado de las murallas había música, se oían platillos, y tambores, y maracas y hombres con bigote cantando a ritmo de samba. ¡Qué maravilla!, ¿verdad?, ¡Cuánto ruido, y cuánta gente, y cuántos disparates!. Lo miraba y él asentía, y sonreía también. De su mano iba, como una princesa .
Entre el polvo, el azúcar y los vendedores de globos había una tómbola muy grande. Y mientras comprábamos un boleto él me limpiaba la boca de caramelo mojando sus dedos en saliva, aunque sabía que me a mí me daba aquello mucho repelús.
Me llevé aquella enorme serpiente de colores. Blanda y verde. De brillantes destellos. La paseé como un triunfo por toda la feria, igual que paseaba junto a él, por la feria, o por el parque, o a comprar el pan y el periódico.
Tanta gente con sus globos de colores y él se agachaba y me ataba los cordones, sin que yo se lo pidiera.
“Dame la mano”, y yo se la daba, y mi mano diminuta se perdía en su palma áspera como el cuero. Y detrás iba yo, persiguiendo disparates de la mano de papá.