lunes, 4 de octubre de 2010

tdt


“ -Entonces no hay duda - dije yo - de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa  más que las sombras de los objetos fabricados.
-Es enteramente forzoso-dijo.”
El mito de la caverna ( República VII). Platón.

¡Auuuuuu! Aulló lastimeramente el coleccionista de imágenes. ¡Auuuuuuuuuu!, ¡Atragantemos al mundo con imágenes!. Y reía. 
Ponía la máquina en movimiento dándole a la palanca oxidada que iba del “on” al “off” con un grito desesperado y agudo. La maquinaria rugía y explotaba con chispas y humaredas azules en un universo disparatado de engranajes, de poleas, de ruedas, ruedecillas y cadenas de dientes metálicos. Las imágenes flotaban en el aire espeso como resultado de aquel rito orgiástico y maravilloso. Flotaban y bailaban. Fluían en un devenir grotesco. Llegaban a  cada rincón imponiendo la dictadura de los juglares. Se extendían con movimientos sigilosos y repugnantes. Y su dulce deformidad, su plácido sigilo, su adictiva y templada sedación anestesiaban uno a uno, los cadáveres exquisitos.

1 comentario:

  1. Me encantó el nuevo dibujo de entrada a este blog, me parece un acierto la expresividad tan precisa de esta entrada y el el texto que hoy la ilustra consigue superar todo lo anterior...se me acumulan las felicitaciones, enhorabuena por seguir siempre creciendo!!

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